Acampada en Coca

En la acampada los castores lo pasamos genial.
El sábado por la mañana cuando llegamos a Coca hicimos unas danzas con los lobatos y luego aprovechamos para tomar un aperitivillo ¡y coger fuerzas!
Así pudimos echarnos nuestros macutos al hombro y colocarlos en la habitación en la que dormíamos todos juntos.
Estuvimos haciendo juegos toooda la mañana.
Después de comer tuvimos un ratito de tiempo libre en el parque. Cada uno jugó a lo que quiso junto a la otra colonia de castores y a las dos manadas.
Cuando terminamos recogimos un montón de hojas secas de otoño que utilizamos para rellenar entre todos un castor gigante... y así llegó la hora de ¡la merienda!

Hicimos batido de plátano y cada castor echó su plátano y un poquito de leche. Luego nos lo tomamos y ¡salió riquísimo!

También tuvimos tiempo para salir al bosque a hacer juegos para conocernos más entre todos, aprendernos bien los nombres y saber los gustos de algunos.
Llegó la noche... y los castores muy cansados después de no haber parado en todo el día cenamos sopa calentita y pizza!! hicimos una actividad para relajarnos antes de irnos a dormir y nos quedamos sopa.
Amaneció con un poco de frío y nos abrigamos todos bien para desayunar y empezar a jugar.
Hicimos el Gran Juego de la Vida en el Estanque en el que a través de pruebas aprendimos un montón de cosas y conocimos a Kid, el pequeño castor que nos acompañará a lo largo de toda la ronda y visitará las casas de todos los castores, sus parques, coles... o donde le querais llevar para enseñárnoslo (podéis ver la información en la pestaña de mamás y papás).
Antes de comer nos dió tiempo a conocer un poquito más a los castores de la colonia Izalco e hicimos un montón de danzas con ellos.
Por la tarde seguimos el sendero por el bosque hasta el castillo de Coca. En el camino encontramos botes de recogida de resina, vimos muchos árboles distintos y nos mojaron unos aspersores!!
Y después de formar con todo el grupo, ni más ni menos que 187 scouts, nos subimos al bus donde caímos rendidos.